domingo, 24 de febrero de 2013


Y yo, a qué hora me cuido?

Entre las mujeres de una cierta edad (sobre los 50 por ejemplo), es muy frecuente escuchar los comentarios insistentes de que nos hemos de cuidar, que nosotras somos lo más importante etc, etc.

Dejar que me ría un poco, ahora que no me oye nadie.

Hemos de empezar por aprender a hacer esto: no nos han enseñado y de golpe a los 50, una no se levanta sabiendo.

Hemos sido educadas por padres/madres de post-guerra, que con un poco de suerte y muy buenas intenciones nos ha inculcado de manera vehemente que hay que tener contento a todo el mundo, y que pase lo que pase, sobre todo que fuera de casa no se note.

Como vemos cada día desde hace un tiempo, ahora estos consejos son “anti- todo”.

Una señora respetable, que con un poco de suerte trabaja fuera de casa un montón de horas ( ó no), probablemente con unos hijos que pueden tener edades tan variadas como para darle nietos que cuidar o todavía tener hijos lo suficientemente pequeños coma para tener que  llevarlos a patinar sobre hielo….con una marido que puede ser que tenga vida social del trabajo y con un poco de suerte a esa edad se tienen padres. Que padres se tiene a esta edad? Pues se tiene padres ancianos. Si nuestra protagonista tiene digamos que 50, los padres los redondearemos en los 80, que es una edad en la que la mayoría tienen caducada la garantía desde hace tiempo.

Es estupendo vivir “aquí y ahora”, pero nuestra amiga, como no planifique las salidas del colegio, las actividades extraescolares, las visitas al médico de los padres ,no puede llegar ni a su trabajo.

Lo hacemos bien, muy bien!!!! Logística del ejército prusiano. Los problemas empiezan cuando aparece un imprevisto. .El margen de actuación es tan mínimo que se produce un efecto dominó y convierte el día a día en un caos.

A todo esto, nos hemos de cuidar. A qué hora exactamente ¿??

Cada vez que veo un plan de cremas, de ejercicios o de dieta sana la conclusión es que has de levantarte antes para poder aplicarte las cremas o hacer todos los zumos que te convienen.

Esto es francamente cansado y nos lleva a vivir mal. No tener margen de improvisación es muy estresante.

Milagros podemos hacer  pocos, pero si podemos intentar preservar un espacio propio como si fuera nuestra posesión más preciada. Una mañana, una tarde, o lo que se decida que se puede hacer si cortarse las venas, pero hay que tenerlo.

En nuestra consulta de ACUPUNTURA, cada vez es más la gente que nos dice “este rato es para mí “ y al salir voy al cine con las amigas.

Evidentemente los cuidados con acupuntura son muy beneficiosos para el estrés, el cansancio y el buen funcionamiento del organismo en general, pero el “cuidarse” preservando un  tiempo para uno mismo y hacer alguna cosa que te apasione, es vital.

El día a día se hace mucho más llevadero sabiendo que cada cosa ocupa su lugar y que tú también tienes tu momento. Y lo necesitas.

 

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