Y yo, a qué hora me cuido?
Entre
las mujeres de una cierta edad (sobre los 50 por ejemplo), es muy frecuente
escuchar los comentarios insistentes de que nos hemos de cuidar, que nosotras
somos lo más importante etc, etc.
Dejar
que me ría un poco, ahora que no me oye nadie.
Hemos
de empezar por aprender a hacer esto: no nos han enseñado y de golpe a los 50,
una no se levanta sabiendo.
Hemos
sido educadas por padres/madres de post-guerra, que con un poco de suerte y muy
buenas intenciones nos ha inculcado de manera vehemente que hay que tener
contento a todo el mundo, y que pase lo que pase, sobre todo que fuera de casa
no se note.
Como
vemos cada día desde hace un tiempo, ahora estos consejos son “anti- todo”.
Una
señora respetable, que con un poco de suerte trabaja fuera de casa un montón de
horas ( ó no), probablemente con unos hijos que pueden tener edades tan
variadas como para darle nietos que cuidar o todavía tener hijos lo
suficientemente pequeños coma para tener que
llevarlos a patinar sobre hielo….con una marido que puede ser que tenga
vida social del trabajo y con un poco de suerte a esa edad se tienen padres.
Que padres se tiene a esta edad? Pues se tiene padres ancianos. Si nuestra
protagonista tiene digamos que 50, los padres los redondearemos en los 80, que
es una edad en la que la mayoría tienen caducada la garantía desde hace tiempo.
Es
estupendo vivir “aquí y ahora”, pero nuestra amiga, como no planifique las
salidas del colegio, las actividades extraescolares, las visitas al médico de
los padres ,no puede llegar ni a su trabajo.
Lo
hacemos bien, muy bien!!!! Logística del ejército prusiano. Los problemas
empiezan cuando aparece un imprevisto. .El margen de actuación es tan mínimo
que se produce un efecto dominó y convierte el día a día en un caos.
A todo
esto, nos hemos de cuidar. A qué hora exactamente ¿??
Cada
vez que veo un plan de cremas, de ejercicios o de dieta sana la conclusión es
que has de levantarte antes para poder aplicarte las cremas o hacer todos los
zumos que te convienen.
Esto es
francamente cansado y nos lleva a vivir mal. No tener margen de improvisación
es muy estresante.
Milagros
podemos hacer pocos, pero si podemos intentar preservar un espacio
propio como si fuera nuestra posesión más preciada. Una mañana, una tarde,
o lo que se decida que se puede hacer si cortarse las venas, pero hay que
tenerlo.
En nuestra
consulta de ACUPUNTURA, cada vez es más la gente que nos dice “este rato es
para mí “ y al salir voy al cine con las amigas.
Evidentemente
los cuidados con acupuntura son muy beneficiosos para el estrés, el cansancio y
el buen funcionamiento del organismo en general, pero el “cuidarse” preservando
un tiempo para uno mismo y hacer alguna
cosa que te apasione, es vital.
El día
a día se hace mucho más llevadero sabiendo que cada cosa ocupa su lugar y que
tú también tienes tu momento. Y lo necesitas.
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